LA LÍNEA DE LA VIDA: Recordando su rumbo

Con toda la información que haya recopilado, podría plantearse elaborar una línea de la vida, o línea del tiempo. Es una sugerencia destinada a aquellos escritores que consideren el factor cronológico no solo importante, sino esencial para la respiración misma de su narrativa. Si bien, como verán, es una técnica muy empleada en psicología, se trata de una herramienta que despliega sus alas en lo que hoy afrontamos: la fase previa al inicio de la escritura, ese momento de íntima revelación.

Imagínese que su línea es el Ecuador en un mapamundi, esa cintura del mundo que abraza la Tierra. Reserve un buen espacio vacío en ambos «hemisferios» para seguir anotando lo que le venga a la memoria, como constelaciones que aguardan ser nombradas. Una vez se abre la caja de Pandora, los acontecimientos empezarán a brotar de su interior como manantiales que han esperado siglos para manifestarse. Esta pauta, representada como le indicamos, le será de gran ayuda para ubicar los acontecimientos que seleccione, como quien coloca estrellas en el firmamento personal de su historia.

Si considera que un recuerdo late con fuerza en su memoria, no lo dude y márquelo con la delicadeza de quien señala una cicatriz amada. Le recomendamos quitarle el peso solemne a la palabra «importante» y sustituirla por «significativo» —todo lo que resuene en las cavernas de su memoria, por pequeño que parezca, puede ser la semilla de un relato que cambie vidas.